16/3/09

Lavando platos.

Lavar la loza, lavar los trastes, lavar cubiertos o como quiera que se diga en otras latitudes del mundo maravilloso (ando con un buen humor que ni te cuento), desde que leí uno de los maravillosos cuentos de Ememe titulado Mamá es acróbata de dos circos y del que recomiendo la lectura a todos quienes lavan los platos y sufren por ello.
Empiezo mi cruzada, uno de mis sueños fue poder comprarme un lavavajillas..."no saca la mugre eso", cosa que también me remontó a los primeros lavarropas automáticos y escuchaba decir "no saca la mugre eso" y después resulta que sí. ¿Serán maridos que no quieren gastar?. ¿Serán esposas que no quieren gastar? .¿Será miedo a lo desconocido?. Preguntas sin respuesta que andan dando vueltas por mi cabezota, si pensás que gasto tiempo en pavadas, tenés toda la razón, pero no lo puedo evitar. La cuestión es que los dos lavarropas automáticos que pasaron por mi vida, el primero llegó cual primer amor, lo acariciaba, lo miraba trabajar, tan bello él con su carga frontal y qué desilusión cuando se rompió la tapa y eso me costó doscientos, de los quinientos pesos que ganaba, maldito traidor. Juré que nunca más me volvería a pasar, sí parte de la culpa fue mía por poner zapatillas a lavar, acolchados, frazadas, pedirle más de lo que podía darme. Pero maldito traidor.
El segundo llegó una tarde, todo grandote, digital y como uno de los errores aprende (bueno, no todos) la tapa está arriba, lejos de los dañinos botones metálicos de los jeans y lo acaricio siempre, lo miro trabajar, le agradezco que esté a mi lado, le digo lo feliz que me hace, no le pido nada más de lo que puede dar.
Hoy estaba triste, souvenir mayor anda extraviada por la vida y yo no puedo hacer nada más de lo que hago, así que esperé a que se junten platos y me puse a pensar mientras el detergente espumaba bien.
Sequé y guardé todo, limpié la cocina, limpié el piso de la cocina, desinfecté la mesada y la bacha, encremé mis manitas y acá estoy recomendándote no mufarte cuando te toquen lavar los platos.

34 comentarios:

el oso dijo...

En mis días de oso, cuando mis gurisas están con la mamá, oso dejar los platos sin lavar, hasta que la acumulación (de platos y cubiertos, de desperdicios, de etcéteras) se hace insoportable. Entonces oso lavarlos con el talante alto de quien hace un bien a la humanidad, aunque más no sea que se lo haga a las moscas, que deberán buscar otro destino.
Besotes

Milenius dijo...

Tiene razón Oso. Uno se gana el cielo con algunas cosas.
besos

Lidia dijo...

Amiga no es por ser mala onda, pero yo he visto que para lavar los platos en el lavavajilla primero los tienen que enjuagar asi que me parece que es lo mismo, igual tenes que pegarles una lavada con detergente y esponja... digo... no se... me parece... jajajaja
Besosssss!!!!

Any dijo...

A mi me jode mas cocinar que lavar los platos. No tengo lavaplatos, pero me da cosa dejarlos sucios por mucho mas que una noche, trato de que no se me acumulen, ensucio y lavo generalmente.
Y en este momento estoy sin lavarropas, eso si que me jode! En fin, ya vendrán tiempos mejores.
un beso Abru

Anónimo dijo...

A mí no me jode tanto lavar los platos, como limpiar el resto de los salpicones de aceite por la cocina y cosas por el estilo. De modo que el lavaplatos no me interesa. Caro y encima le tenés que dar una ayudadita enjuagando los platos antes. Para eso lavo yo, ni'ó.

bel! dijo...

Ayyy yo odio los quehaceres del hogar (auqnue los hago por en la mugre no vivo! ja), pero lavar los platos me encanta. Me encanta por que es un momento único en el cual pensas dos o tres pavadas, o no...

Q se yo!

Y los lavavajillas son lo más! Mi tía tiene uno, y la cerdad que funciona de maravillas!
Pero claro, es como lel lavarropas, tenés que juntar una buena cantidad para poner a lavar, si no gastás en pastillas a los loco y no dá!

Abraxos!

Siesta escandalosa dijo...

Cuando el tema de la separación se hizo ineludible, vinieron las charlas tristes. Al principio era un tanteo, una hipótesis. Entonces, llegado un punto, mi ex marido o yo sacábamos el tema de quién se quedaría con el lavarropas, y todo terminaba en una risa. Sabíamos que ninguno de los dos quería cederlo. Después ya vinieron las charlas más concretas, sin alivio. Y por supuesto que me lo quedé yo. Todavía anda.

Anónimo dijo...

Comento porque no mordés.
Qué buen momento para limpiar el bocho es cuando una lava los platos! Igual, el lavaplatos cuando tenés gente a comer, es lo MAS!
bESO

Abrujandra dijo...

el oso: es realmente adorable, así se lavan los platos qué tanto.
Besos.

Milenius: los pisos son los que realmente me torturan.
Besos Mile.

Lidia: que sea la última vez que me contradecís en público ya te voy a agarrar. Pero yo quería el que sí lavaba, ese que sale como cuatro mil pesos....¿me lo regalás?
Jaaaa.

Any: eso es mala vida realmente, no sé cómo podés estar tranquila...vayan mis condolencias.
Besos.

Curupisa: esperate que tengas más críos y que los platos dejen de ser tres jajajaja.
Sí...los azulejos salpicados son para templar el espíritu.
Besos.

bel!¡!: bien, yo sabía que tenía que haber alguno que hiciera lo que corresponde.
Y, difícilmente halles a alguien que le gusten todos los quehaceres hogareños, pero coincido con la lavada de platos. Me inspira.
Gracias por pasar nena.
Besos.

Siesta escandalosa: las cosas que le pasan a una cuando se separa ¿no? el lavarropas es como una brazo o una pierna.
Gracias por pasar.
Besos.

mixmi:¡Bienvenido/a! cuanto más platos haya para lavar...más me inspiro.
Besos.

Curupisa dijo...

Sí, tenés razón. Mi vida es un mar de rosas. Jajajaja.

oenlao dijo...

muy buena entrada. una reina limpiando.deje otro coment mas abajo.

Mafa dijo...

Buenas y mucho gusto.
Imposible abujandra, yo me pongo mal con sólo leer el título del post.
Lo mío no es fregar con guantes,o retorcer un trapo(uso mopa).
¡No es tarea para frágiles manos femeninas caramba!

Yo sirvo para cocinar, barrer, plumerear, y lustrar.
Todo sin mucho esfuerzo y escuchando música.
:) Saludos

Abrujandra dijo...

Curupisa: ovbio que tengo razón, además que se sepa...sos potentada y tenés servidumbre.

oenalo: encantador, muchas gracias, ahora se va a poner de moda en vez de ..."tomamos un café" para conquistar..."te invito a lavar los platos".

Mafa: ¡Bienvenida! ay sí, pero la idea es que lean el cuento y el tema es que la ardua tarea torturante se transfome en plácido remanso de paz jiiiiiiiiii

Curupisa dijo...

Y las vicisitudes que paso para no largar a la servidumbre... además, la pokirá se me retoba y se va antes de almorzar. Total que saco la cuenta y entre el patrón y la patrona lavamos más platos que la susodicha entre mi casa y la suya...
Además se nota que no te tocó nunca lavar platos luego de que esposo de curupisa cocinara, ensuciando vajilla completa, ollas y sartenes, cubiertos, cocina, mesada, azulejos, techo... hasta balcón... Te reto, te reto a que te vengas.

Hurricane dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hurricane dijo...

Alguna vez comenté que tengo tres actividades que me despejan totalmente. Una de ellas es lavar los platos, y si puede ser escuchando un partido por radio, mejor.
Con respecto a los lavarropas, cuando me separé y me fui a vivir solo, semanalmente armaba uno o dos bolsos y me iba al lavadero de la ciudad (un embole). Luego, ante una mudanza de mi ex, el que había sido nuestro lavarropas fue a mi casa y lavar mi ropa volvió a ser algo normal. Tiempo después ella tuvo su propia vivienda, mis palabras fueron "yo no vuelvo al lavadero, vamos que te compro uno nuevo"
De los lavaplatos no hablo, porque los he vendido (industriales) y aun el mejor del mundo depende del agua de la zona.
Besos

Siesta escandalosa dijo...

Por acá, la gente pregunta cómo sigue la historia con el JN.

Abrujandra dijo...

Curupisa: y encima te olvidaste de comentar que la llevás de vacaciones.
Lo malo de conocerse es que esposo Curupiso hace manjares pero efectivamente la cocina queda como si hubiera pasado un ciclón por ella.

Hurricane: ay, después del comentario del oso y el tuyo, estoy tentada en hacer una encuesta que, si fuera por los que dijeron en la entrada, los hombres son los que menos se quejan a la hora de lavar los platos o, son los que disfrutan esa tarea. Con exes como ud. da gusto separarse.
Dele, desmitifique el lavaplatos por favor, parece fogata paraguaya contando quién vio al Pombero este asunto.
Besos.

Siesta escandalosa: no mucho, por eso no posteo nada, todo igual. Apenas tenga novedades...aviso. Por ahora estoy planeando sobornar a Chicha, todavía no sé con qué. Milenius propuso una botella de caña.
Muá.

Anónimo dijo...

Leerte es altamente recomendable, no hay verdad más certera que los momentos en que se adentra uno mismo cuando se lavan los platos, sólos con el agua, detergente y los platos, pensando y analizando. Me gustó mucho.

Anónimo dijo...

Quien disfruta de lavar los platos, al igual que quien disfruta de estar en la sala de espera del consultorio del dentista, evidencia importantes desequilibrios emocionales que le llevan, entre otras cosas, a escribir pavadas en blogs propios y ajenos.

Anónimo dijo...

Hola!
Si lo deseas puedes registrarte en el nuevo directorio:
Directorio Blogs Hispanos
Gracias y hasta pronto! ;-)

Anónimo dijo...

Quien disfruta de lavar los platos, al igual que quien disfruta de estar en la sala de espera del consultorio del dentista, evidencia importantes desequilibrios emocionales que le llevan, entre otras cosas, a escribir pavadas en blogs propios y ajenos, por ejemplo: "Quien disfruta de lavar los platos, al igual que quien disfruta de estar en la sala de espera del consultorio del dentista, evidencia importantes desequilibrios emocionales que le llevan, entre otras cosas, a escribir pavadas en blogs propios y ajenos."

Anónimo dijo...

Ligero ingenio el de su recurrencia, Curupisa. Pero se resuelve con cinco palabras: yo no disfruto lavando platos.
Que siga usted bien.
Salute.

Abrujandra dijo...

Charlie: quedás contratado como mi managger. Cada vez somos más los que disfrutamos con el lavado de platos.
Besos.

Anónimo: tendré en cuenta tu comentario, quizás deba empezar terapia.

Curupisa: buena, pero no te gastes, cometí el error de contestar un comentario anónimo...¡qué será de mí!

Anónimo dijo...

Anónimo, dé la cara... ya me cayó bien y todo (especialmente por lo de ligero ingenio). Además, odio lavar platos como Ud. (así y todo no me pienso comprar la máquinola esa a la que encima de todo hay que ayudar, ¿me oíste, Abru?)

Anónimo dijo...

¿Dar la cara, Curupisa? ¿Qué es eso? ¿Poner un nombre al final de las tonterías que escribo aquí?
Bueno, si eso le sirve, pongalé que me llamo José Hierro.
Salute.

Abrujandra dijo...

Curupisa y Anónimo: ¡basta! una más y se van al rincón de penitencia.
Confieso que me gusta el nivel que está teniendo el blog.

Anónimo dijo...

Mmm... José Hierro...

TEORÍA Y ALUCINACIÓN DE DUBLIN

I. Teoría

Un instante vacío
de acción puede poblarse solamente
de nostalgia o de vino.
Hay quien lo llena de palabras vivas,
de poesía (acción
de espectros, vino con remordimiento).

Cuando la vida se detiene,
se escribe lo pasado o lo imposible
para que los demás vivan aquello
que ya vivió (o que no vivió) el poeta.
Él no puede dar vino,
nostalgia a los demás: sólo palabras.
Si les pudiese dar acción...

La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje los objetos
que duermen en la playa.
La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar:
da apariencia de vida
a lo inmóvil, a lo paralizado.
Y el leño que arde,
las conchas que las olas traen o llevan,
el papel que arrebata el viento,
destellan una vida momentánea
entre dos inmovilidades.

Pero los que están vivos,
los henchidos de acción,
los palpitantes de nostalgia o vino,
esos... felices, bienaventurados,
porque no necesitan las palabras,
como el caballo corre, aunque no sople el viento,
y vuela la gaviota, aunque esté seco el mar,
y el hombre llora, y canta,
proyecta y edifica, aun sin el fuego.

II. Alucinación

Me acuerdo de los árboles de Dublín.

(Imaginar y recordar
se superponen y confunden;
pueblan, entrelazados, un instante
vacío con idéntica emoción.
Imaginar y recordar...)

Me acuerdo de los árboles de Dublín...
Alguien los vive y los recuerdo yo.
De los árboles caen hojas doradas
sobre el asfalto de Madrid.
Crujen bajo mis pies, sobre mis hombros,
acarician mis manos,
quisieran exprimirme el corazón.
No sé si lo consiguen...

Imaginar y recordar...
Hay un momento que no es mío,
no sé si en el pasado, en el futuro,
si en lo imposible... Y lo acaricio, lo hago
presente, ardiente, con la poesía.

No sé si lo recuerdo o lo imagino.
(Imaginar y recordar me llenan
el instante vacío.)
Me asomo a la ventana.
Fuera no es Dublín lo que veo,
sino Madrid. Y, dentro, un hombre
sin nostalgia, sin vino, sin acción,
golpeando la puerta.

Es un espectro
que persigue a otro espectro del pasado:
el espectro del viento, de la mar,
del fuego -ya sabéis de qué hablo-, espectro
que pueda hacer que cante, hacer que vibre
su corazón, para sentirse vivo.

De "Libro de las alucinaciones" 1964

¿Ese José Hierro?
A mis alumnos les gusta este poema tuyo.

Anónimo dijo...

Extraños alumnos los suyos, Curupisa, capaces de disfrutar de un poema que refiere a una ciudad que no podrían señalar en el mapa.
Y extrañas tertulias de crochet esas a las que, supongo, usted asiste. Poco me cuesta imaginarla mechando comentarios de Susana Giménez con citas de Maiakovsky (con las disculpas del caso ya que ignoro, entre muchas otras cosas, la forma de cambiar a caracteres cirílicos).
Note que no la tuteo. Por favor, respete eso.

Mafa dijo...

Leí el cuento y nada, no pienso como el padre de la autora, ni como ella, claro. :)
Lamentablemente, me gusta más el trabajo intelectual y disfruto del ocio, la buena lectura, la música, sin remordimientos.
besos

Anónimo dijo...

Es sabido por muy pocos, Anónimo (disculpe el tuteo), que Safo tenía un grupo de crochet en Lesbos.
Y si no me cree capaz de semejante ensamblaje, esto se dijo en mi última tertulia: "Déjame que con mi última ternura alfombre tus pasos que se van... a buscar un dinosaurio... ¿¿vivo??!!!"

Anónimo dijo...

La felicito, Curupisa, por su muy buena memoria. Obviamente guardó usted, para los alumnos que nunca tuvo, un buen manojo de recuerdos de las clases de literatura que recibió en su ya más bien lejana adolescencia.
Algo más triste resulta imaginarla hoy de chancletas, batón y ruleros, aguja en mano, vista y oído atentos la imagen y las palabras de la diva de los teléfonos.
En fin... hay mujeres que luchan un día, y son buenas...
Salute.
José.

Anónimo dijo...

Ay, José, ahora que lo pienso... ¿usted no era el guarda del Tramway 11 de septiembre, que me saludaba todos los días?

Anónimo dijo...

Lovely tajam posting. Tidak pernah berpikir bahwa itu adalah ini mudah. Extolment untuk Anda!