26/7/09

No viene más

Ella me compró  hace ya como cuarenta años, llegué muy cómoda entre cartones y aserrín dentro de una caja bien embalada, en el rótulo decía que iba desde la fábrica hasta un lugar llamado Cipolletti.

Luego de algunos tumbos llegué a sus manos, me abrió con delicadeza, me acarició, me limpió, me exhibió y me guardó. Dentro mío hizo muchas delicias ya no recuerdo cuántas, sólo las ocasiones en las que se pasaba mucho tiempo conmigo en el fuego, controlando. Después sacaba el contenido en los recipientes de ocasión, si era sopa...en la sopera, si era pollo...en una bandeja. Luego tomaba todos los recaudos para limpiarme con cuidado, así llegué a esta edad.

Pero desde hace tiempo no me usa, sigo en el estante con las otras, más grandes, más chicas, cientos de elementos culinarios descansan en este inmenso aparador. Hace muchos días que no la veo pasar, estaba todo muy frío y obscuro cuando de golpe escuché muchos pasos, prendieron la luz y los vi pasar muy tristes...ellos que no dejaban nada en el plato cuando ella cocinaba en mí. Me pareció escuchar que ya no la voy a ver más, que la vida es así, que uno sabe que se van a ir, que la edad, que las enfermedades. Me parecía verla cada vez más lenta y sin ganas, a veces la escuchaba hablar del cansancio de la vejez.

Nunca voy a conocer eso porque no envejezco, la vida de una olla es larga pienso yo...pero no, la mía es larga  porque ella me cuidó mucho, supe de otras como yo que murieron por culpa de los estropajos de alambre y que ahora son, con mucha suerte...macetas.

Ahora que lo pienso ¿qué vamos a hacer si ella no viene más?

Pequeñísimo homenaje a María, mujer de indudable temple.

9 comentarios:

Milenius dijo...

Precioso, Abru, como siempre.

besos y abrazos especiales.

oenlao dijo...

sensible olla de metal.

Any dijo...

Ufa che, yo vengo a alegrarme un rato y me encuentro con esto, sniff
Aunque si fuera Maria estaría tan contenta de que alguien me hubiera escrito algo asi ...
un beso genia =P

Cirita dijo...

Ay Abru, hermanita gemela! Yo amo a mis ollas, todavía no les hablo, pero las atesoro. Voy a publicar un par en mi blog no más para acompañarla en el sentimiento. Esto de los objetos que sienten me persigue desde mi época Mujica Lainez.
Si un día voy a Neuquen, yo con ud me tengo que tomar unos vinos!!!
besotes
Cirita

el oso dijo...

Bueno, buenísimo... la de cosas que viven los pobres utensilios en nuestras manos, si hasta nos agarran cariño cuando no los maltratamos.
Besos

Rapote dijo...

No sé si tan "pequeñísimo". De todos modos, sentido.

Saludos,
Rapote

Cris dijo...

Precioso.

Además, me ha gustado la idea de convertir en macetas las ollas viejas. Tengo un par de ellas que ya no uso nunca. A lo mejor si las pinto de colores...

Besitos!!!

Lidia dijo...

Hermoso Abru!!! Besos

Abrujandra dijo...

Milenius: Gracias nomás, nada menos.

oenlao: Y la de cosas que nos rodean que nos deben recordar cuando no estamos.

Any-ta: Es la vida nomás, gracias.

Cirita: Faltaba más, vinos, cervezas, mates y muuucha charla, eso sí.

el oso: Gracias, eso imaginé, por eso los cuido. Besos.

Rapote: Se agradece el cumplido, sí...pequeñísimo, hay tanto para decir de ella que no sabría por donde empezar realmente, sentido sí, totalmente.

Cris: Gracias, todo se recicla amorosa...las planchas viejas de hierro también quedan lindas en macetas, unos malvones rojos quedarían bien.
Besos.

Lidia: Gracias chuchi.