20/5/10

¡Más bebés!

Ismael en septiembre, mi sobrino que será hijo de mi hermano menor...Samuel y de la portadora, Daniela, ambos primerizos en esta faena, estoy muy ilusionada y pensando cómo hacer para ir a conocerlo.
En diciembre nacerá el segundo hijo del padre de S.Mayor y de su chica Mariana, sólo veinte años después volverá a ser padre. También estoy pensando cómo hacer para enviarle un bolso de pañales porque el flaco anda flojo de bolsillos.
En enero del año que viene, mi amiga Raquel tendrá a su segundo hijo, después de tanto esperarlo, buscarlo...menos mal que los bebés estarán todos en una misma provincia.
Hago cálculos de las medidas, los sexos para tejer como araña en celo, también recuerdo que le debo algo a Felipe que, si sigo así, le tejeré el ajuar de matrimonio.
Pienso en mi hermano con su bebito en brazos, a Dani con su bebita/o en brazos, a Raque con su bebito/a en brazos y se me hace un nudo en la garganta.
Lloro en los casamientos, todavía no sé por qué.
Y ante una vida nueva, también. Qué desafío a la tristeza, a la amargura, al bajón. Qué pito catalán a las desgracias es una nueva personita arriba de este mundo.
A mí me hace mucha ilusión.

8 comentarios:

Verónica Molina dijo...

Es que son eso, los bebés, digo: una apuesta bieeeen para adelante, tan para adelante que no nos importa el resultado (sólo queremos que sean felices). Bueno, no hay mayor amor que ése, creo, que el postergarse para darle a otros. Eso es optimismo y amor del bueno!

Los casorios son lindísimos, aunque cada vez lloro menos en ellos... hay muchos que son muy artificiales, parecen enventos empresarios llenos de shows en vivo, pero con el agregado del vestido blanco y los anillos.
Los casorios sencillos y cálidos, ésos sí, todavía me hacen llorar como una Magdalena.

Abrujandra dijo...

Sí, es maravilloso que aún nos sigamos reproduciendo.
Claro que los casorios de plástico son un asquete, hasta la comida que es tan "refinada" que no sabés si es una muestra y después viene la comida de enserio.
Besos llorones.

Rapote dijo...

Habrá que comprar mucha carne y vino para todo ese pan, que llega bajo los brazitos de todos estos purretes...

¡Felicitaciones!
;) Rapote

Abrujandra dijo...

Rapote Gracias Rapo.

Milenius dijo...

¡Bien!

Y bien, además, porque tendrás que plantearte seriamente viajar a conocerlos.

Y bien porque la vida, al final, siempre sigue, por mucho que tantos se empeñen y se empeñen en ir para atrás (y mirá que son muchos, ¿eh?).

Besos y felicidad.

Uninvited dijo...

Yo también lloro en los casamientos... porque me acuerdo del mío :S

Besos y pañales :S

Abrujandra dijo...

Milenius ¿Ves? le hacen pito catalán a los desgraciados y a la desgracias por ponerles un adjetivo gral.
Quiero ir, es tan largo el viaje pero quiero ir.
Hacer parada en Ituzaingó y después seguir.

Abrujandra dijo...

Uninvited Uff...qué momento el casamiento propio eh, pensado en la distancia.
Besotes.