No tengo cajitas para los recuerdos, los pongo en la heladera, en las paredes de manera indiscriminada.
Los dejo a merced del polvo, corriendo el riesgo de que se amarillenten con el tiempo. Guardarlos es como enterrarlos, prefiero que estén así, como acompañándome en el día. Hacer mate y mirarlos, recordar el momento en que pasó a mis manos, imaginar que ocupó su tiempo pensando en mí.
Este es el caso del niño Felipe quien es hijo de mi más antigua y mejor amiga en el último viaje a Posadas. Me lo entregó cuando subíamos al micro de vuelta para estos lares.
Somos S.Menor y yo, está firmado por él y también con su imagen.
Creo que las extrañaciones invernales son lo pior mirá.
14 comentarios:
Pinta la melancolía, parece.
Besos.
Pd: Esta muy bueno eso que haces de rodearte de los recuerdos en forma indiscriminada.
Así encontraron la muerte los dibujos de mis hijas, perfumando la casa mientras se marchitaban.
Besos
Abru: cada cual tiene su idea!
Yo si he ido guardando dibujos de mis amigos, entradas a espectáculos que me han conmovido, cartas de mi Vieja.
Como vos, un tiempo largo los dejo en la puerta de la heladera, pero luego van a ése hermoso cajón de los buenos recuerdos ...
¡Un saludo grande y buena semana!
GUS
Temperita linda...ajá, pinta siempre, ya como que me canso de tanto extrañar siempre. Pero bueno, espero poder ir nuevamente el año que viene a los pagos donde está mái fámili.
Besotes.
ooohhh, y lo mejor es que lo consiguió: Fue un feliz viaje.
Besote Abru
En el canal FoxLife encontre a una cocinera (Miss Dalh o parecido) que prepara platos según los estados ánimo. Platos curativos.
¿Quién te dice? Pensá en algo que cure la melancolía.
Más besos y abrazos.
¿Ya anda de güelta el blóguer?
Felipe se emocionó cuando vio esto. Yo también.
Cada tanto, cuando me pesca pensativa, me pregunta "¿Mami, le extrañás a la tía Ale, tu amiguita?" y como le contesto que sí, me dice con voz de consuelo y con una larga cadencia "No impoooorta, mami, ya le vas a volver a ver prooonto, ya va a venir de nuevo."
Osito: esa música que tienen las palabras...metida la muerte ahí entre todo, como todo...si es un espiral con fin.
No soporto cuando se muere un recuerdo tangible aunque sea porque el polvo terminó con él, es una pequeña muerte.
GUS hermoso: Algo así es lo que hago sólo que la cotidianidad hace que me desmadre y no tome recaudos con algunos, esos van irremediablemente a la nada.
Abrazos enormes.
Crisita: Los buenos deseos desde un tierno corazón inocente no caen al vacío. Algo queda y su deseo de buen viaje se transformó en un gran trébol de cuatro hojas ;)
Temperita: Esa data no la tenía, siempre me pierdo con Yéims (ufff...ese tipo rubio que cocina con gentes en las veras de los caminos) cocina rico, barato y me enteré que las zanahorias son de distintos colores, la narana es féimus por la casa de Orange.
Creo que la melancolía no se cura cuando uno siempre extraña, creo que lo más sano es dejar nomás que te atraviese sin que se apodere de una. Cualquier cosa lo más curativo es un buen asado con vino...miaaaaaaaaaammmmmm
Querida amiga...Felipe es un ser muy especial, lamento pocas cosas que hice en mi vida ya que, de todos los errores uno aprende (o debería)...pero de las que sí me pesan es la distancia que separa ser cotidiana en tu vida.
Te quiero mucho, te extraño siempre.
¿No escuchás cuando estoy sola y te hablo?
El año que viene volveremos a ir si es que san Tarjeta Naranja no se le ocurre hacer nada que vaya en detrimento de mis deseos.
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