10/7/13

Viento, viento, viento

La alarma del celular insistía mientras recibía el certero índice para volver a sonar en diez minutos más.
Ella se dió vuelta, volvió a taparse entera hundiendo la cara en la almohada y de repente una angustia inexplicable la tomó de la garganta y como único recurso para poder seguir respirando, tuvo que llorar.
Lloró pensando en que tendría que presentarse a trabajar con los ojos hinchados, lloró pensando en que hacía rato que no lloraba, que debía ser por eso que la tomó de sorpresa esa mañana.
Lloró con la angustia de una criatura desequilibrada emocionalmente, aprovechó a soltar todas las lágrimas porque estaba sola, esa mañana estaba sola.
Mientras lloraba fue al baño porque se estaba haciendo pis encima, el hedor en el baño era insoportable, hacía un mes que le habían cortado el agua y no podía volver a conectarla, lloraba mientras meaba haciendo arcadas por la fetidez, calculó que ya era hora de tirar un poco de agua.
Lloró mientras se hacía un té para tomar la medicación diaria, ahí se dió cuenta de todo, como si alguien le hubiera encendido el cerebro, entendió, así no podía seguir.
Fue al patio y buscó algo, algo, una manguera, una cadena, una soga, algo tiene que haber y sí, había un buen pedazo de manguera, lo ató bien rogando que la viga pudiera soportar su peso.
Le dió un beso a su perra, pidió perdón mentalmente a la gente que la quería y se subió a una de las tantas sillas tiradas en el patio, sillas que no servían más y se colgó.
La vecina de la esquina veía el patio trágico perfectamente, ese patio asqueroso, ese tiradero que jamás limpiaban 'y eso que eran mujeres', le pareció raro el movimiento de la perra, lamiendo algo hacia arriba, eran los pies de la vecina, miró bien y el mate se le cayó de las manos.
El viento balanceaba a su cuarentona vecina de 1,70.

9/7/13

De premios y demás yerbas

Por alguna extraña razón aún sigo entrando y queriendo decir cosas que mis dedos no interpretan.
Sigo leyendo blogs amigos, vuelvo a enroscarme en la cama y pienso.
Luego un amigo bloguero me da un premio y es la excusa perfecta para arrancar de nuevo.
El Demiurgo repartió premios de aquellos que fueron muy populares durante los inicios de los blogs, ahora hay más de diez maneras diferentes de relacionarnos por las redes sociales de esta red infinita.
Bueno, basta de 'pavadeces', hay que contestar preguntas:

Tengo que hacer mis 11 preguntas para que contesten en los once blogs que yo premie.
1) ¿A qué historia de ficción te gustaría cambiarle el final?
Casablanca
2) ¿Hay alguna canción que te daría vergüenza reconocer que te gusta?
Miles.
3) ¿con que personaje de ficción te identificas?
Ninguno.
4) Qué te hace reir?
Cualquier cosa, si hasta Bob Esponja me hace reír.
5) Algo inmaterial que haya hecho feliz alguna vez.
Casi todo lo que me hace feliz es inmaterial, a mis hijas las puedo tocar y me hacen feliz.Por
6) ¿A qué blogero/a te gustaría visitar?
A todos los que no he visto.
7) ¿Qué momento del día te es más propicio para la inspiración?
Absolutamente la noche, toda ella de punta a punta.
8) ¿Qué opinás de estos premios?
Que son entretenidos.
9) ¿Tenés algún hobbie?
Muchos y poco tiempo para ellos, tejer es uno de los que más me gusta.
10) ¿Te gustaría tener algún sueño recurrente?
Sí, que Brad Pitt me persiguiera enamoradísimo de mí.
11) ¿Qué posteo de otro blog te gustó especialmente? 
Uno donde aprendí a hacer tortilla a la española.
Paso las mismas preguntas a quien quiera hacerlas.