9/2/17

Hace frío

Medio año hace que cambió mi hemisferio, que los olores, colores, sabores, lo que veo, lo que oigo sigue siendo extraño. No sé mentir pero sí fingir que está todo bien.
Holanda está bajo el nivel del mar, eso lo sabe mucha gente, sabe también que hay canales por todos lados, que hay mucho queso, molinos de viento, zuecos, tulipanes y que no todo es Ámsterdam.
Hace como cinco años que nada supera mis expectativas y eso que siempre me digo '¿y para qué eXpectás?' pero es más fuerte que yo, la desilusión camina gigante después, entendés que sé que no debo pero lo hago igual, es que no sé dónde se apaga el expectódromo que llevo dentro.
Ayer tuve un empujón de autoestima hacia arriba cuando colgué una llamada en holandés, estudio tanto, estudio mucho y me gusta, cuando estoy estudiando no me acuerdo que estoy tan lejos de allá.
¿Para qué? no sé, ni idea, sólo lo hice, junté papeles, junté dinero, vendí todo, lo que más me costó fue cada libro que se iba, recordaba cómo habían llegado a mí o los había encontrado yo, un chico me dijo (notando mi expresión de angustia) 'no te preocupes, los voy a cuidar bien' y me vine.
Me vine rápido, casi corriendo, allá hacía frío y acá calor, la remera se me pegaba al cuerpo húmedo y sucio, oliendo a muchas horas de avión, con la cabeza  explotándome por tanto chino gritando y con muchas ganas de llorar, ni idea de por qué, si era que al fin todo estaba como ¿debía? estar, que tanta espera, trámites, estudio, dinero no me bajonearon.
Tantos me dijeron, me dicen 'lo lograste' y se supone que debo estar orgullosa de mí misma, se suponen tantas cosas pero como siempre, finjo que está todo bien.
Queda mucho por hacer aún, sé que el cambio era necesario, como estaba era seguir secándome, sigo viva que no es una cosa mínima.



8/2/17

Volver de ¿visita?

Cuántas veces volví acá, con todos los elementos de limpieza necesarios y al llegar, me dieron ganas sólo de mirar la nada. Otras veces pasé sin intención como quien tiene el impulso de volver a recorrer las calles de la infancia, esto parece tan lejano y no lo es.
Basta de tantas distracciones y a sentar el culo que escribir siempre me ayudó a aclararme, más que la lavandina.