Cuántas veces volví acá, con todos los elementos de limpieza necesarios y al llegar, me dieron ganas sólo de mirar la nada. Otras veces pasé sin intención como quien tiene el impulso de volver a recorrer las calles de la infancia, esto parece tan lejano y no lo es.
Basta de tantas distracciones y a sentar el culo que escribir siempre me ayudó a aclararme, más que la lavandina.
3 comentarios:
¡Qué bueno que hayas vuelto!
Jorge, qué lindo recibimiento.
Te voy a leer, Abrujandra! Un abrazo.
Publicar un comentario