22/5/11

Y sigue de dominguera la cosa

Te juro que no es premeditado, la semana está un poco completa de actividades así que tomé nota de los sobresalientes de la semana:
Cosas que son una porquería:
En la vida de una jefa de hogar no hay nada peor que te pueda pasar como un lavarropas automático, bellísimo y agonizante que se resiste a desagotar, dejándote sumida en la más terrible de las dudas existenciales "¿por qué a mí la recontpmqlp?"
Cosas que son una porquería siempre:
¿Por qué, en las reuniones el que tiene auto tiene que hacerse cargo de los que no lo tienen?
Cosas escuchadas enserio, no-ficción: 
Dicho por boca de un hombre sexagenario criado en un pueblo perdido de Neuquén. 
-Cuando me compré un lavarropas, en el pueblo en el que vivía corría el comentario de que no me iba a casar porque era homosexual, la prueba estaba a la vista...el lavarropas.

15/5/11

Domingos

Los domingos tienen mala prensa, igual que los lunes. Me pinta solidarizarme con ellos.
Pensaba en que sólo existen sin haber pedido nacer. Nos marcan la delgada línea entre "el descanso" y "la obligación", será porque nos enseñaron así o porque elegimos que así sea. En algún punto te das cuenta que, no todo lo que aprendiste como cierto es tal, tu opinión se forma, tu cabeza se va abriendo y en el pecho sentís que eso que se debe sentir como fe cierta, no es tal. Eso de la culpa es un cuento para que hagas lo que "debés", que ser honesto no siempre te da el primer lugar, que mentir a veces, está bien...que esforzarte siempre no da recompensas más que tu conciencia tranquila, que matar está mal... hasta a una mosca está mal, que robar está mal, que traicionar es una de las cosas más bajas del ser humano, la otra es ser bueno y hacer nada cuando presenciás una injusticia.
El domingo me deja estar sin horarios de almuerzo, de baño, de limpieza...con decibeles que se me antojan para la música, organizarme mentalmente una grilla semanal de actividades que no cumpliré. 
Los lunes tienen la magia del perro abandonado, yo lo alzo...lo acaricio, le doy de comer y le digo que no le tiene que importar que se enojen con él si no hizo nada malo.
La ignorancia a sabiendas es la contradicción más terrible había sido (descubrimiento personal, como si fuera el agujero del mate...suelo ser patética)

8/5/11

Tesoros

No tengo cajitas para los recuerdos, los pongo en la heladera, en las paredes de manera indiscriminada.
Los dejo a merced del polvo, corriendo el riesgo de que se amarillenten con el tiempo. Guardarlos es como enterrarlos, prefiero que estén así, como acompañándome en el día. Hacer mate y mirarlos, recordar el momento en que pasó a mis manos, imaginar que ocupó su tiempo pensando en mí.
Este es el caso del niño Felipe quien es hijo de mi más antigua y mejor amiga en el último viaje a Posadas. Me lo entregó cuando subíamos al micro de vuelta para estos lares.
Somos S.Menor y yo, está firmado por él y también con su imagen.

Creo que las extrañaciones invernales son lo pior mirá.