Laburo de lunes a sábados así que el mío empezó recién el sábado por la tarde, desde hace tiempo amenazo al sábado por la tarde a dormírmelo completo pero jamás cumplo, estoy demasiado contenta con no tener que volver a salir a la tarde que eso me sobre exita, termino tardísimo porque casi siempre, tenemos juntada en casa.
Caen amigos a compartir un poroto aunque sea, regado con algo de alcohol, puede ser cualquier cosa, el punto es compartir un rato, así, charlando, cantando, viendo videos de borrachos que no pueden levantarse, pasamos la noche hasta el madrugón donde, literalmente, me duermo sobre la mesa.
S.Mayor improvisa su personaje de nena junto al Chéfer que hace de nene, los grabo pero no me dejan subir nada, estoy esperando a que se manden alguna cagada para usarlo de excusa, pero se cuidan mucho.
Este fin de semana largo saldé algunas deudas de ingratitud con algunas amistades, sábado cierro la ofi y voy a lo de mi amiga Fer 01 que me esperaba con ñoquis de espinaca, caminata hasta el río con nuestros souvenires, tirada de piedras y cantando "la vida me engañó".
De nochecita, mi amiga Fer 02 me esperaba con fondue de queso y vino, charlamos, vimos El Fantasma del Paraíso, nos reímos mucho y volví destrozada, me desmayé hasta que desperté en medio de la siesta del domingo.
Esperaba la visita del Chéfer, pero cayó tarde y al final, los arreglos que íbamos a hacer en casa, se tradujeron en vino, la nena, el nene, videos, llamadas y vuelta otra vez a dormir en la madrugada del lunes....lunes glorioso donde mi jefe cambió el menú "buseca" por asado. Yo por un asado, vendo a mi mamá.
Mi jefezote siempre hace comilonas en ciertas ocasiones...1 de mayo-15 de mayo (su cumple)-25 de mayo (cumple de la patria) fiestas de fin de año y debemos estar todos porque sino, se enoja. Cuando empecé a invitar a los productores (mis compañeros que laburan en la calle vendiendo) y a mis compañeras de las otras oficinas, no conocían la buseca y todos hacían arcadas de pensar en mucho mondongo ¿qué pasó con el público de la buseca? ¿fueron abducidos por tanta papafrita con hamburguesas?.
Ir a la casa de mi jefe, me encanta, vive en una chacra perdida en medio de un pueblo con nombre de general, S.Menor disfruta muchísimo viendo animales de verdad y, jugando de verdad.
Volvimos a la tardecita y la acompañé a casa de su padre.
Martes, empanadas en lo de La Zulema, es una amiga mía que hace unas empanadas que te morís de placer....le debía visita desde hacía un año, cumplí...tomamos (¿comimos?) helado, lluvia tranquila pero persistente en la ciudad, pensé en la suerte de mi jefe al que siempre le tocan días lindos para sentarnos bajo el parral a comer. Pero ese martes, esa lluviecita, ese barrito....mmmm, fui a buscar a S.Menor y nos desplomamos en casa.
Miércoles...vuelta a las actividades normales...suena el despertador...¡7.20 a.m.! ¡Ah....no!...S.Menor entra a la escuela a las 8.00 y vivimos a cuarenta cuadras, debemos tomar colectivo, pasa entre las 7.30 y las 7.35...¡DALE MARCE QUE LLEGAMOS TARDEEEEEEEEEEE! corrimos al colectivo y lo alcanzamos (se dejó alcanzar porque el chofer es siempre el mismo y le dimos pena), en medio de la corrida no nos dimos cuenta de que caían grosas gotas.
Llegamos a la escuela...el portón, cerrado:
Yo:- ¡Marce! ¿tenés clases hoy?
S.Menor:-Sí mami, en el cuaderno de comunicaciones no decía nada, vos lo viste ¿o no?
No era momento para hacer memoria, dimos la vuelta y nos abre el portero con cara de susto:
Yo:-Buen día
Portero:-Buen día
Todo oscuro adentro, apenas tres focos prendidos.
Yo:¿Hay clases hoy?
Portero: Sí
Yo: ¿Y los demás alumnos? ¿no hay nadie?
Portero: Son las 6.55
Salí con la frente alta y pensando en quemar veinte pesos en la confitería cajetilla que está a la vuelta de mi laburo para empezar a pedirle perdón a S.Menor.
A medida que íbamos llegando a la oficina me di cuenta de los raudales de agua que corrían por toda la calle Roca, cruzar y quedar seco del otro lado es tarea imposible...nos mandamos...como resultado, empapada S.Menor de las rodillas para abajo y yo, de los tobillos para abajo.
Tomamos té con las medias colgadas en el baño de mi laburo mientras contemplábamos extasiadas una de las rarezas de la ciudad donde vivo...caían, contrastando lo oscuro de la madrugada, con las luces de la calle...unos copos de nieve del tamaño de la mano de un bebé recién nacido.