El vuelo

Personalmente creo que la interpretación de los sueños es válida como la siente uno.
He recorrido un largo camino sobre este tema ya que sufrí de pesadillas casi todas las noches de mi vida, cosa que dificultó mi desarrollo de vigilia normal (si es que cabe decir normal según lo vea cada uno, bueno, esa es otra palabreja que trataré de no usar más, ya descarté "adulto" como sinónimo de responsabilidad, ahora "normal" como parámetro general); siempre andaba y hoy aún, hay días, cada vez son menos, de somnolencia producto de las pocas horas de sueño.
Puedo contarte con lujo de detalles mi primera pesadilla y cuando te digo pesadilla, es PESADILLA, vívida, asfixiante, aterradora.
Tenía siete años y mi mamá me llevaba a la escuela no como todos los días, anochecía cuando el turno era de mañana e iba sola con ella cuando siempre íbamos con mi hermano menor en su moto yamaha. Vamos subiendo en la entrada al pueblo y quedan aprox. tres cuadras para llegar cuando la moto alza vuelo y cae, nosotras hacemos piruetas desesperadas por asirnos de algo para no estamparnos en el asfalto, para mi sorpresa, caigo cual pluma paradita pero giro mirando al cielo buscando a mi mamá sin hallarla, la escucho desde la tierra y ahí es donde quedo en cámara lenta (como le pasa a la mayoría de la gente que en medio de una pesadilla es perseguido y no puede correr, o si lo hace es muy lento sin posibilidad de escape). ¿Viste los pozos de agua? Por lo gral. tienen el brocal alto pero éste estaba en construcción y al ras del suelo estaba mi mamá agarrada con las dos manos, recuerdo la ropa que tenía, su pelo estaba suelto, pero lo que más me quedó grabado fue su mirada, me llamaba con voz asustada, cuando mi mamá se asusta habla quedito, como ahogada. Me pedía que la sacara de ahí. Me desperté y fui hasta su cama, me acurruqué a su lado sintiendo su olorcito (no a perfume, sino ese del cuerpo característico de cada persona, de cada persona que no se baña en perfume digo), pero no me volví a dormir hasta que ella se despertó.

He peleado con monstruos indescriptibles, con texturas gomosas y hediondas, con hombres sin rostro, con mujeres de ojos desorbitados, con perros feroces, por salir de la tierra que me estaba tragando, ajjjjjjjjj cientos de miles de pesadillas, la cosa es que llegó el día en que luego de tanto dar vueltas me dormí nuevamente, suena el despertador voy zombie al baño masajeándome detrás de las orejas que era donde un mostro me agarró para zamarrearme, te juro que me dolía, como si hubiera pasado de verdát...me miro al espejo y tenía las marcas.
Ahí dije bastaaaaaaaaa...no jodannnnnnnnnn.....dejenmen vivir.....qué les hice yo para que vengan a jorobar así........saquemelón....saquemelón las pesadillas cheeeeeeeee
Bue, no fui víctima de charlatanes, ni he malgastado pesos en terapias convencionales, ni alternativas.
Siempre me gustó mirar al cielo y darme cuenta...¿entendés?...darme cuenta...de eso...sí de eso.
Hay señales, yo creo en las señales, en que por algo pasan las cosas, y que además uno tiene que laburar para lograrlo, no que te venga la suerte, la diosa fortuna o la diosa "salú por siempre", la diosa bella y flaca para siempre, bueno eso.
Me topé con Castaneda, Las Enseñanzas de Don Juan, resulta que lo tenía desde mi cumple nro.27 (regalo de una amiga que me lo dedicó así "ojalá que lo sepas apreciar") y como tenía lecturas pendientes, no lo agarré hasta tres años más tarde. Leí todo lo que escribió él y lo que se escribió sobre él, lo que escribieron sus estudiantes y lo que escribieron sobre sus estudiantes. Más allá de que sea verdad o no, que Matus haya existido o no, me sirvió.
He dominado los mostros, pero no voy más allá porque soy cagona, uno tiene que reconocer sus defectos y limitaciones che.

Las pesadillas siguen estando, pero no de manera frecuente.
¿Medio loca?
Si me mirás con un ojo.