22/10/08

Memoria olfativa.



La mía es una maldita desgraciada, no recuerdo en cuál de las entradas comenté que algunos olores me llevan a cierto momento de mi vida (le pasa a todos, claro), en una esquina a pocas cuadras de donde vivo me soprende este aroma todos los días, el dulce y penetrante...."Paraíso", árboles comunes de mi infancia.
Si me manejara cotidiamente con la eficiacia y lucidez de mi memoria olfativa, sería eficiente.
Allá voy, saltando entre los pastitos para no pisar la arena caliente de la siesta, nos escapábamos, mi hermano Pablo y yo para treparnos a las paltas.

4 comentarios:

Luna dijo...

Como extraño Neuquen! Aca en la capital tengo un rico olor a primavera mezcladito con smog:)
beso!

Abrujandra dijo...

luna: No extrañes más y vení.

miquelet dijo...

Qué bonito debe ser vivir en una ciudad que huele bien. Por desgracia para mi ciudad, Elx, las palmeras no huelen. Aunque los dátiles están riquísimos.

Salud.

Abrujandra dijo...

Miquelet: no todo lo que brilla es oro, si bien la flora del lugar donde vivo tiene lo suyo, la ciudad no deja de oler a tal en ciertos tramos, tengo la suerte de vivir en una calle poblada de árboles y jardines bonitos.