Ya sé, vengo en picada con las entradas de golpes bajos, sin intencionalidad, es como me siento en el momento, me cambié de foto porque me cansé del african look de mulata flaca y esa soy yo, así estoy todo el día, telefonito, computadora, clientes, vendedores, jefe.
La fiebre abandonó a mi souvenir menor, la mayor busca laburo hasta que le toque ir a estudiar, somos tres estacas luchadoras.
Sumo las fuerzas que en la distancia me acompañan siempre: Ña Leonor, mi madre, mi padre, mis hermanos, mis sobrinas, mis queridos amigos Silvia (Curupisa), Gustavo (Poetoso), Javier Oshiro (El Mago), El Tanito, Raquelita y de los que me he hecho acá en esta ciudad y en lainterné.
A pesar de las diferencias de la cotidianidad, mi souvenir mayor ha sido siempre una compañera de ruta excelente (bueno...se duerme en los viajes y se pierde los paisajes, es medio torpona, se tropieza con todo y se le caen las cosas).
Deseo con toda el alma que esta nueva carrera que eligió la atrape por completo y haga el resto de su vida lo que realmente desea. Si no es así, acá está su madre qué tanto.
Y a la pequeña la estrujo a mimos antes de que crezca y me saque a empujones cuando, al cruzar la calle le tome la mano y tenga ya 15 años; o se avergüence enserio cuando su madre haga payasadas en público (bailar entre las góndolas del supermercado, saludar a mis vecinos laborales apoyando las tetas en sus respectivas vidrieras, caminar achuecando las piernas y hablarles como una viejita incomprendida, etc.) pero crece, crece rápido.
Yo también, crezco pero...no maduro.
La fiebre abandonó a mi souvenir menor, la mayor busca laburo hasta que le toque ir a estudiar, somos tres estacas luchadoras.
Sumo las fuerzas que en la distancia me acompañan siempre: Ña Leonor, mi madre, mi padre, mis hermanos, mis sobrinas, mis queridos amigos Silvia (Curupisa), Gustavo (Poetoso), Javier Oshiro (El Mago), El Tanito, Raquelita y de los que me he hecho acá en esta ciudad y en lainterné.
A pesar de las diferencias de la cotidianidad, mi souvenir mayor ha sido siempre una compañera de ruta excelente (bueno...se duerme en los viajes y se pierde los paisajes, es medio torpona, se tropieza con todo y se le caen las cosas).
Deseo con toda el alma que esta nueva carrera que eligió la atrape por completo y haga el resto de su vida lo que realmente desea. Si no es así, acá está su madre qué tanto.
Y a la pequeña la estrujo a mimos antes de que crezca y me saque a empujones cuando, al cruzar la calle le tome la mano y tenga ya 15 años; o se avergüence enserio cuando su madre haga payasadas en público (bailar entre las góndolas del supermercado, saludar a mis vecinos laborales apoyando las tetas en sus respectivas vidrieras, caminar achuecando las piernas y hablarles como una viejita incomprendida, etc.) pero crece, crece rápido.
Yo también, crezco pero...no maduro.
6 comentarios:
Mucho más guapa así, con esa mirada melancólica. pero eso sí, que la próxima foto te la hagas sonriendo.
Yo pienso que es muy raro que tus hijas, en esa edad tan alegre, se avergüencen de que sufantástica madre las deje atrás en sus deseos de hacer reír. Otra cosa será el temor que les entrará cuando tengan que presentarte a su novio, jejeje.
Salud.
Miquelet: Ay...a cuántas le dirás lo mismo guapetón.
La sonrisa vendrá luego.
Sí, se avergüenza la mayor y sobretodo su novio.
Gracias por pasar.
Que linda instantanea de tu vida Ale:)
Saludotes!
Luna: Gracias por pasar, besos también.
Hay tanto "maduro" que no ama ni a sus hijos...
Y el costo de madurar sería demasiado mayor a su valor si obligara a dejar de estrujarles de afecto hasta que digan basta (ya estoy pasando esa etapa: al llegar a la escuela me despiden, para no ser vistas entrando conmigo).
Seguí tu camino de paisajes y acciones. Las etiquetas que las pongan los maleteros.
Unservidor: cuando alguien tiene razón, tiene razón como ud. con este comentario, ha sido toda mi vida hasta la fecha en la que me han dicho que lo mío (ante mis defectos claro) era falta de madurez que me lo terminé creyendo y hoy me burlo de eso.
El espejo me devuelve canas y las marcas en el rostro de lozanía perdida que, obviamente tampoco me importa.
Gracias por pasar.
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