23/12/08

Bariloche me gusta.

¿A quién no?
Bueno a no ser que se lugareño/a y sueñe con las playas caribeñas que para gustos se hicieron los colores.
Aunque haya ido a laburar, salir y hacer ocho cuadras para tomar unos mates a orillas del Lago Nahuel Huapi, no es cosa de todos los días, el agua cristalina, los patos, los picos nevados todavía, ese viento que te limpia hasta el pensamiento más profundo...es impagable.
Fui acompañada por mi souvenir mayor y la autora de mis días que vino a pasar las fiestas conmigo. Además de tener una charla liberadora que necesitábamos ambas dado nuestra dificultosa y escabrosa relación.
Souvenir mayor ligó piropos a más no poder, como le pasaba a su madre hace tiempo ya.
También recuerdo cuando tenía yo como doce años y le decían piropos a mi mamá.
Dios bendiga a los piropeadores que pueden hacerte feliz en el día más feo.





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