Atardecer en San Bernardino-Paraguay 15/08/2010-Fotografía de Pablo M. AlvaradoSegún pasa el tiempo te vas dando cuenta de tantas cosas, entre ellas...cuando te ponés a contar tu vida, cada vez hay más líneas que agregar aunque siempre vuelvas a ese rincón de los recuerdos amados, no todo se ve distinto cada vez.
Se enciende en tu cabeza hasta el olor de lugar, la percepción sensorial de la vista se une a la del olfato sin que estés tocando, los recuerdos no se tocan, pero a mí me gusta pensar que sí.
El lugar mágico sigue estando, no se movió ni un poquito y a mí me parece ya que pertenece a otra dimensión, que está detrás de la galaxia más lejana de la que se tenga como cierta.
Madura la memoria mientras ensamblo mi vida con los jirones que fueron quedando por el camino, el proceso duele más de lo que pensé.
La inexistencia del ser que habitó ese lugar me raja el alma de lado a lado.
Me gusta pensarla convertida en un ser mitológico que le sirve comida, hecha por ella misma, a quien tenga hambre, que viste a quien no tiene con qué, que habla quedito como para que te entre el consejo. Vestida con un largo vestido estampado con rosas chinas. Ella decía que cuando era chica, le gustaban las polleras de las gitanas por los estampados con esas flores. Como las flores favoritas de su primer hijo...las margaritas, siempre las tenía donde estuviera viviendo, rosas chinas rojas y margaritas.
Ese ser mitológico habitaría entre esas flores y miles de plantas que le gustaban.
Es como una necesidad para poder seguir viviendo, tener la cabeza sobre los hombros, alta sin que se caiga para ningún lado.
Quizás pueda alguna vez, hacer una entrada con una fotografía de este mismo lugar y yo esté en ella.
Se enciende en tu cabeza hasta el olor de lugar, la percepción sensorial de la vista se une a la del olfato sin que estés tocando, los recuerdos no se tocan, pero a mí me gusta pensar que sí.
El lugar mágico sigue estando, no se movió ni un poquito y a mí me parece ya que pertenece a otra dimensión, que está detrás de la galaxia más lejana de la que se tenga como cierta.
Madura la memoria mientras ensamblo mi vida con los jirones que fueron quedando por el camino, el proceso duele más de lo que pensé.
La inexistencia del ser que habitó ese lugar me raja el alma de lado a lado.
Me gusta pensarla convertida en un ser mitológico que le sirve comida, hecha por ella misma, a quien tenga hambre, que viste a quien no tiene con qué, que habla quedito como para que te entre el consejo. Vestida con un largo vestido estampado con rosas chinas. Ella decía que cuando era chica, le gustaban las polleras de las gitanas por los estampados con esas flores. Como las flores favoritas de su primer hijo...las margaritas, siempre las tenía donde estuviera viviendo, rosas chinas rojas y margaritas.
Ese ser mitológico habitaría entre esas flores y miles de plantas que le gustaban.
Es como una necesidad para poder seguir viviendo, tener la cabeza sobre los hombros, alta sin que se caiga para ningún lado.
Quizás pueda alguna vez, hacer una entrada con una fotografía de este mismo lugar y yo esté en ella.
Atardecer en San Bernardino-Paraguay 15/08/2010-Fotografía de Pablo M. Alvarado
16 comentarios:
Hay lugares y personas que se extrañan tanto, quizás porque esos lugares nos recuerdan a esas personas o viceversa.
Y es cierto lo que decís con respecto a los sentidos. Ellos se encienden cuando uno retrocede.
Abrazo querida Abru!
Pues si, cari, por qué no? Todo es proponerselo, e igual que haces voluntad de ir con la cabeza bien alta, algún día estarás tú en ese paisaje tan mítico y que hoy evocas con tanta fascinación...
Bezos.
Me gusta mucho tu estilo de expresión, las imagenes también de primera.
Saludos.
hola cielo soy betsabe de presnikiti,
me hicste una entrada diciendo que qeurias participar del sorteo pero no me pusise ningun dato de los que pido, por favor para que te apunte cuando puedas date una vuelta y me los deja si?( estan debajo de la fotografia del producto las bases)
y te anoto para el.
gracias corazón que tengas un lindo dia.
Lo que màs extraño, es lo que nunca tuve. Los lugares que no conocì.
No sè que me falta, pero sè que no està aquì.
Es asì, no?
Un abrazo.
NEURONAS EN FUGA: Nada más cierto, había sido...qué lindo volver a verlos por acá.
Besos.
THIAGO: Ojalá pase algún día.
Besososos.
ESPÍSTOLA GUTIERREZ: Bienvenida y muchas gracias, acá siempre hay unos mates.
BETSABÉ: Soy una colgada, allá voy...porque yo quiero, yo quiero, yo quiero ganarme esas cositas tan lindas que sorteás.
EL GAUCHO SANTILLÁN: Ud. me sorprende mucho siempre.
Algo así, casi o mucho...no está aquí, pero no me saca el sueño aunque me desvela cada tanto.
Memoria emotiva!!!!
Usted es una mujer de tierra caliente..qué hace en una zona tan fría????
Dese una vuelta pronto por sus pagos, o acaso la anda buscando el pombero!!!
Cariños.
ALEJANDROSINFOTO45: Me vine a enfriar un poco.
Ojalá pudiera ir seguido pero el vil metal es eso, vil.
Ni idea si el pombero me anda buscando, sería una grata sorpresa, a según el pombero claro.
Besos.
A mi lo que me pasa es que esos lugares mágicos y queridos ya no los veo igual que antes han pasado los años y mi percepción de las cosas no son lo mismo por ejemplo que cuando era un niño o un adolescente.
Aveces prefiero no regresar y quedarme con esas sensaciones que son imborrables.
saludos
Qué bonita la primera foto, esas montañas tan planitas allá; y la curva del agua, en la playa; claro que irás y tendrás tus rosas de la china aunque haya que pintarlas
besos de volveré que me tengo que poné al día con usté (por la rima:), me gusta eso de que no te pueden tratar mal porque se te da iguá, seeeps; hay que buscar un lugar donde querer estar, y no estar en otros
RICARDO MARÍN: Qué gusto verte por acá.
Uno cambia siempre, será eso nomás, nada más y nada menos.
Besos.
ANTWA: Cientos de miles de millones de veces las contemplé pensando que ahí nomás se terminaba el mundo.
Cada atardecer, cada uno que miraba pensaba que todo se conjuraba para que renaciera ese pequeño mundo al día sgte.
Las rosas chinas son bellísimas ¿no?
Besos.
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