Ego

Laburando en atención al público durante años, uno se apega a algunos clientes y de a poco sus historias se van entramando con las nuestras, a veces un mate en casa los sábados por la tarde o llamados en las fiestas y cumpleaños.
Después la venida a Neuquén, aquellos de Posadas perduran algunos en la distancia, de repente un llamado y una voz conocida, está en mi memoria vieja...no logro definir a quién corresponde..."Soy Angelito boluda"...se me caen sobre la cabeza los recuerdos, Ángel sufría horrores su putez escondida, las largas charlas donde sólo recuerdo haberle hablado con el corazón en la mano.
Casi diez años habían pasado, me buscó y me encontró, ahora vive en Oberá feliz con su gringo..."gracias a vos soy un puto feliz". No pude seguir hablando, todo se me agolpó...en algún lugar del mundo alguien era feliz gracias a mí, cuánto se puede modificar en una vida así como así.
*************************************************************************************

Laburando acá aparece la hija de un señor mayor, onda 65 años ponele, no más de eso...siempre está a primera hora de la tarde esperándome "Eh Pablo, si sabe la hora que vengo ¿cómo se planta acá tan temprano?"..."A esta hora salen las chicas lindas"...él venía caminando desde su casa hasta la oficina donde laburo, para ejercitarse, el médico se lo había recomendado, por la ruta salen a correr las chicas y él se llenaba los ojos mirándolas, a esas chicas se refería. Charlábamos un rato largo, tengo debilidad con la gente mayor...aunque tuviera mucho que hacer, me quedaba media hora más a terminar con tal de que él tuviera una oreja. Sé que en las casa por lo gral a los abuelos nadie les da tronco de bola, se me ocurre siempre que sólo necesitan que alguien los escuche nomás.
Me dice la hija que me venía a avisar que lo estaban velando en tal dirección que si quería ir porque "Mi papá hablaba tanto de ud., la apreciaba mucho".
*************************************************************************************

Y alguna que otra cosa así me ha pasado, te cuento éstas porque son las recientes.
Me hacen sentir que sirvo para algo más que para pensar tonteras. Para mandarme un poco la parte porque...no jodamos...no solo de mis ridiculeces vivo eh.
Por ej. golpearme contra las paredes, caerme en los lugares más insospechados y de la manera más cinematográfica, diría mi amiga Rana..."caerse para el aplauso".
Hoy tengo el ego inflado y no me hace si me caigo de bruces delante de un montón de gente en pleno centro...a mí qué.