25/11/11

¿Cambios o volver?

La casa está acomodada como al principio, después de mudanzas, cambios de colores en las paredes, muebles nuevos...este blog está como al principio.
Lo cambié como quien se corta el pelo cortito después de tenerlo largo toda la vida.
Capaz sea como resetearlo con todo lo escrito acumulado pero se trata sólo de un cambio de cara. Pero, a la vez no, no sólo es eso.
Perdí muchos enlaces, la galería egocéntrica y mis sombras, será que ya no necesito mostrarlas y sólo escribir.
Te pido por favor que si no te ves en la lista de enlaces, me dejes un comentario para volver a ponerte acá al lado mío. Los que están ahora son aquellos de los que recuerdo la dirección, lo otro no es animosidad es que, simplemente, hacía click para leerlos sin detenerme a memorizar las direcciones.
Hoy estoy en el tercer día de reposo casi total después de que, mi pie se metiera en un agujero donde debía estar una baldosa. Últimamente mi cerebro tarda (un poco más de lo normal) en recibir la orden, así que cuando me dí cuenta estaba desparramada boca abajo con un fuerte dolor en el tobillo izquierdo, llegué a mi laburo como pude, rengueando pero con la frente alta, pedí que vinieran porque el dolor se intensificaba y se estaba hinchando, llamé al padre de S. Menor para que se hiciera cargo de buscarla a la salida de la escuela, pasó a buscarme y fuimos a la guardia de una clínica cercana, bueno, zafé del yeso pero estoy haciendo los deberes.
Me atienden cual reina pero yo, empozada sufro porque esta semana es la más terrible en la oficina y no estoy ¿quién me creo que soy?
El domingo pasado rompí el televisor, no se hizo añicos pero, no anda...es una cagada de esas que me mando con bronca porque no tengo a quien echarle la culpa. S. Menor era bebé y yo jorobaba con que debía tener una mamadera de vidrio por lo higiénica, recuerdo un termo que me regaló mi hermano Pablo cuando me vine a vivir a Neuquén, el vaso de la licuadora (no recuerdo más pero seguro que hay) como si fueran tesoros irreemplazables, amenazaba con severos castigos a quienes no manipularan con cuidado esas cosas, las rompí yo, de a una y sin justificación, la sensación con el televisor es la misma. Casi no vemos tele pero lo estaba acomodando para conectar el reproductor de dvd, la play y esa alfombrita que se conecta para jugar saltando de S. Menor.
Una amiga me dijo que las cagadas en serie son signo de que estoy llegando a cierto límite de cansancio, capaz tenga razón y, en este parate obligado que tengo que cumplir me recupere.



3 comentarios:

Any dijo...

Metiste la pata, nunca mejor dicho jajajaja. A esta altura del año el cuerpo y la cabeza están saturados. Descansá lo que puedas y re-ordenate mentalmente. Todo va a estar bien.
Un beso

Abrujandra dijo...

No sabés lo que me acuerdo de vos cuando la oficina está gris, pienso...no soy la única...y no me siento tan sola inmersa en mis pensamientos que elucubran alguna especie de bomba para el lugar.
Besotes.

gaby - paginas web dijo...

Bueno esta bien cambiar el asecto del blog pero sigue escribiendo buenos post jeje.