14/2/13

:)

A un mes de haber cumplido años me llega este regalo de un amigo hermoso (como lo son todos los amigos) que está lejísimo, gracias y mil veces gracias.
Es un puente y está en Amsterdan, me imaginé tomando té rojo con él ahí y después mate viendo cómo se le frunce la carita mientras lo prueba, de la misma manera en que la fruncimos cuando se bebe cerveza por primera vez. También imaginé que andábamos en bicicleta por toda la ciudad y que parábamos sólo para tomar aliento.
Imaginé que hablábamos mucho y que nos reíamos mucho también.

Guapetón, te devuelvo con este cuento que me hizo acordar a vos cuando lo leí:


El emigrante
de Luis Felipe Lomelí

-¿Olvida ud. algo?
-Ojalá.




2 comentarios:

el oso dijo...

Pero qué lindo regalo!!

Abrujandra dijo...

Oso: ¿vió? no sabe la de lagrimones que largué.