14/6/15

Alguien siempre tiene la culpa

El culpable de todo, mi primer Atlas, regalo de mi padre cuando aún vivía la niñez frente al lago en el lugar mágico






Se siguen paseando en sus páginas países que ya no existen y, curiosamente, a mis diez años miraba los mapas con esas líneas que marcaban dónde empezaba un país y terminaba otro, imaginaba que estaban de verdad pintadas en la tierra, preguntando me dijeron la verdad. 
Pero si no están, realmente, marcadas en la tierra ¿quién nos convence de que es así? ¿quién nos dice que vos y yo somos diferentes? ¿quién que vos tenés que morir defendiendo tu patria? 
Actualmente le agrego los himnos, el patriotismo, el fútbol y todo lo que contribuye a marcarnos fronteras.
He pasado muchas horas muertas pensando en ello, dándole vueltas al asunto, contemplando boquiabierta cómo se matan,pelean, discuten porque '...este mundial es nuestro...' o será  nomás que no me gusta distraerme y vivo demasiado intensamente la vida, todo me atraviesa literal te digo eh, el dolor, el amor, la tristeza, la alegría, una comida, un mate, esa telaraña que esa araña estuvo tejiendo tanto rato, ese libro que no voy a alcanzar a leer, ese chamamé que está sonando mientras el siguiente tema tanto puede ser un tango como rock and roll...¡hay tanto para vivir!
Esta vez creo que la culpa (abstenerce de comentarios sobre la culpa, es sólo un recurso que uso siempre, no creo que sirva para algo más que para contribuir a sentirse mal) la tienen esos ' ¿quiénes? ' que nos dicen 'esto es así, este jabón es para esto, hay que circular por este carril, tenés que hacer éste examen *...............'
Sigue siendo un misterio cómo éste libro ha sobrevivido a tantas mudanzas y traslados de provincias, países, ciudades, barrios y así seguiré seguramente porque sí, hay mucho por vivir. 

*espacio a rellenar a gusto del lector

5 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Pienso bastante parecido. ¿Quien dijo que esto es así o de la la otra manera?
Hay algo que me molesta es el discurso territorial aplicado a los gustos musicales. La pretensión de que alguien que nació en tal lado no puede escuchar tal cosa, porque es de otro lado. ¿Y si la música de otro lado plantea temas existenciales, como el apetito de inmortalidad? ¿Por que tengo que obligatoriamente escuchar canciones sobre calles angostas si vivo en el conurbano?
Tiene sus inconvenientes el vivir intensamente, pero seguramente tiene sus ventajas.

el oso dijo...

Dos cosas.
Hay libros que sobreviven uno no sabe muy bien cómo. Es esos momentos de estúpida racionaidad uno se pregunta: "por qué seguire guardando semejante porquería, trasto que solo ocupa lugar y se deteriora". Creo qu euno se responde a medida que uno mismo se va convirtiendo en semejante porquería, trasto que solo ocupa lugar y se deteriora...
En cuanto a lo otro, espere que lo digo en rosarino: en cuanto a losotro, coincido con usted y el amigo Demiurgo. En realidad, creo que a cualquiera que le pregunte coincidiría, incluso el tío Cholo, que un día se le vino la enredadera del vecino para el terreno de él y -hombre de soluciones eficaces- le incendió la enredadera (y el galpón de herramientas y el gallinero, por el viento), pero en teoría detestaba las fronteras.
Beso che

Abrujandra dijo...

No hallo la careta para ponerme antes uds., de esas que son para pedir disculpas por la demora en responder, lejos de mí el divismo.

Abrujandra dijo...

Demiurgo, las ventajas son muchas más que las desventajas, eso de vivir intensamente te trae un golpazos que ni te cuento pero cuando se curan, corrés más rápido que la manada y te despertás más temprano para ver el amanecer, por ahí te dan pena los que se pierden ese espectáculo.

Abrujandra dijo...

Oso querido, ay...la anécdota del fuego merece un cuento, no tiene desperdicio.
A cada mudanza digo ¿en serio tengo tooooodo esto?