12/3/17

Locura

Al disfraz de persona agregale un poco de silencio calmo, como si estuvieras mirando el horizonte y nada del bullicio de la calle te llegara.
No debe notarse ni uno solo de los pensamientos que te cosen con aguja oxidada las neuronas desde hace ¿cuánto? No sé ¿no sé? Un mes, un año y eso para qué sirve, contar el tiempo digo, hace que la mente deje de doler ¿a cuántos kilos de pensamientos se puede decir ‘basta’? Alguien puede apagar esto ¿alguien puede hacerlo? Es como fuego que sólo se apaga durmiendo pero resulta que la desgraciada sigue ahí moviendo todo con un tenedor gigante como si tu cabeza fuera una olla y la comida se pudiera pegar en el fondo. Ni durmiendo descansás, abrís los ojos y es como si el tiempo siguiera un ritmo ajeno a los relojes ¿qué edad tengo? La real es la del documento de identidad o la que siento sin que tenga que mirarme al espejo.
Los pájaros cruzan el cielo en este mismo momento y ya es pasado, me duele vivir y quién puede entender eso ¿cómo explicar algo que uno mismo no puede entender? No voy a sucumbir al clonazepam para seguir viviendo ¿y si me resigno a seguir disimulando que me interesa esto que han dado en llamar existir?
Ahora tengo una duda nueva ¿escribo en primera persona, hago como que le pasa a alguien más o me estoy hablando?
Me duele la cabeza,y mucho, me va a explotar pero respiro profundo y sigo.
¿Cómo será todo si no estoy más?
Tengo miedo de decirlo, que confirmen que estoy loca de toda locura por eso hoy, le agregué el silencio calmo.
Después de todo, los sentidos alterados pueden pasar desapercibidos si logro volver a disfrazarme mañana.
*Primer texto que concursa en Editorial Cuatro Hojas de mi querida amiga Cris.

6 comentarios:

Jorge Curinao dijo...

Hermoso!

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Entiendo lo de no descansar ni aun cuando se duerme. Y tal vez los pensamientos que cosen las neuronas.
Me interesa la existencia, aunque está plagada de enigmas.
Muy buen contado.
Un abrazo.

Abrujandra dijo...

Jorge, qué honor, muchas gracias.

Abrujandra dijo...

Demiurgo querido, siempre ahí. ¿No te pasa que a veces te despertás tan cansado como cuando te acostaste? y no porque se haya cenado opíparamente.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Suele pasarme. Y además tengo un tinnitus, un continuo zumbido en un oído.
Es de lo más molesto.
Otro abrazo.

Abrujandra dijo...

Demiurgo ¿es constante? Ha pasado por el médico quizás, suele ser síntoma de hipertensión, o como la suelo llamar, amar intensamente tanto, que el corazón debe trabajar el doble. La padezco desde los diecinueve años y dicen que es hereditaria, aunque en realidad es una tendencia.