Renuncio.

Se terminaron los planes de autos para mí.
He tenido una suerte gigantesca, ahora voy a dedicarme a hacer cosas que me gustan y tendré dinero suficiente como para estar tranquila.
Podré hacer tarea con mi souvenir menor que empieza su primer grado, sin mencionar que también podré llevarla y traerla de la escuela.
Podré empezar ese taller de dibujo tan postergado.
Podré planchar sin apuros.
Podré cocinar mucho y experimentar con platos exóticos.
Podré escribir con más tiempo y contestar muchas cartas postergadas.
Podré acomodar placares.
Una vuelta de la vida me devolvió la confianza en mí misma, el amor y me dio la oportunidad de sentirme afortunada de la vida que tengo. Todo lo vivido hasta acá no merece más que reconocimiento porque permite que disfrute estos momentos como únicos, nada ni nadie puede empañar esta sensación de libertad...la piel me revienta de felicidad.
Todo lo andado, sufrido, disfrutado hace que tenga en mi haber mucho más para agradecer, que para lamentar.
No me arrepiento de nada, si erré la vida me está dando la oportunidad de reparar.
Agradezco a quienes me acompañaron, a quienes están, a quienes voy conociendo.
Muchos quedan en el camino y otros seguirán.
Siento una fuerza extraordinaria que, espero siga, al menos tengo la convicción de que quiero trabajar para que siga estando.